SAN BARTOLOMÉ

       SAN BARTOLOMÉ


Fue la iglesia del colegio que los jesuitas poseyeron en la ciudad entre 1650 y 1767, año de su expulsión de España y hubo que esperar a 1836 para que en esa iglesia barroca se instalase la parroquial de San Bartolomé, dado el estado de ruina que presentaba el edificio ubicado donde hoy en día se erigen el Teatro Principal y Liceo Casino, es decir, San Bartolomé O Vello, parroquia de los gremios artesanos, de burguesía comercial y de la nobleza de la Boa Vila, que se derribó en 1844.
 Lo cierto es que la arquitectura del templo de la calle Sarmiento sigue sorprendiendo a propios y extraños. Se especula con que estamos ante la adaptación a Galicia de modelos barrocos jesuíticos provenientes de Italia. Ahí está esa monumental fachada con esas seis grandes columnas que le proporcionan ese aire de grandiosidad y verticalidad. Ahí están esos frontones partidos, esos escudos labrados de España o el juego simétrico de campanarios. Todo en piedra del país.




Buen ejemplo de lo que es la teatralidad y el dinamismo del barroco es que para desesperación de pintores y operadores de cámara, el encuadre de la fachada hay que hacerlo siempre en oblicuo debido a la estrechez de la calle. Aún por encima, el interior, que poco le gustaba a Murguía, es todo un sorprendente museo de retablos y esculturas. 













Los contrafuertes laterales dicen que son consecuencia del célebre terremoto de Lisboa (1754), que obligó a reforzar los cimientos del edificio, ya que está construido sobre un mal suelo, cruzado por corrientes de agua, que pusieron en peligro su construcción.















Presenta planta rectangular compuesta de tres naves de tres tramos y crucero con Capilla Mayor, entre dos sacristías.

A la nave principal se abren las capillas laterales  con arcos de medio punto sobre impostas e intradós de casetones resaltados. Su cubierta es de bóvedas de aristas. Encima se abren las tribunas, con grandes ventanas de escarzano, con barandilla de rejería y marco de moldurón acodado. La nave, brazos del crucero y Capilla Mayor están cubiertos por bóvedas de cañón con lunetos en los que se abren óculos de sección oval. Los arcos fajones de los tramos de la nave están decorados por casetones cuadrados resaltados alternados en uno y dos.













La cúpula se alza sobre pechinas ornadas de cuatro escudos de orla floral muy abundante y corona. El anillo cupular es de ménsulas o mútilos denticulados, se apea sobre ella un balconcillo de hierro. El intradós está dividido en ocho casetones resaltados con ocho huecos u óvalos que dan luz en su cascarón.

En el brazo oeste está el sepulcro de los fundadores, de orden dórico con un par de columnas de fuste estriado, equino de ovos y entablamento de mútilos y metopas de círculos gallonados. Su frontón recto entrecortado tiene acróteras de bolas en los ángulos y cúspide de frontón curvo.
Su fachada está decorada con repisas, ventanas, columnas y símbolos heráldicos pertenecientes a familias tradicionales de la ciudad como Andrade, Arando y Guillarei.

( Este vídeo os explica mejor como es la fachada)




Feixoo terminó los escudos esculpidos en la fachada pues Taboada solo había esculpido dos y el patrón del colegio, Melchor Mosquera, había pagado por ocho un importe de ochocientos cincuenta reales. Es de dos plantas superpuestas, con la primera de tipo columnario t torres-campanario en los extremos. El cuerpo de la planta baja se compone de seis columnas dóricas gigantes sobre pedestales y dos pilastras a machones en las esquinas que abarcan la totalidad del cuerpo en altura, con un entablamento de ménsulas a modo de triglifos y metopas de cuadrados resaltados. En la calle central está la portada de pilastras dóricas de festón vertical rehundido que encierran el moldurón de esquinas acodadas de la puerta rectangular. Sobre su frontón curvo y partido hay una hornacina de orden dórico que encierra un nicho de arco de medio punto sobre impostas con la imagen de la Inmaculada. En las tres estrechas calles o  intercolumnarios laterales hay, en la primera, a cada lado en la parte baja, un marco de moldurón coronado del esquema de un tambanillo curvo. Sobre ellos un escudo de rica orla y calada corona, de las familias Pimentel y Sotomayor. En la segunda hay dos ventanas rectangulares superpuestas a cada lado. La tercera calle deja el lienzo desnudo. Sobre la parte volada de la cornisa de la primera planta, de reposada grandeza y proporciones muy horizontales, se levanta el segundo cuerpo y las dos torres.

El cuerpo del centro tiene una ventana rectangular y un gran escudo de España en una espléndida orla circular, se compone de un par de columnas dóricas sobre pedestales y de dos alas laterales de recuadro con pilastras dóricas de festón vertical rehundido en sus extremos. Lo flanquea un tímido alerón y sobre su entablamento de triglifos y metopas de círculos gallonados se alza el frontón recto, partido con acrótera de una bola.
Las torres están apeadas sobre una peana que prolonga el pedestal de columnas del cuerpo central. A su altura hay sobre la cornisa partida y saliente dos acróteras de bola por lado. Las dos se componen de un cuerpo cúbico y otro octogonal con sus cupulines correspondientes, coronados por pináculos con una bola en su vértice.




En su interior atesora un extraordinario conjunto de retablos y esculturas, atribuidas a artistas de la envergadura de Pedro de Mena, Gregorio Fernández, Pedro de Campo o Bieito Silveira, entre otros de las escuelas compostelana y castellana. Cabe destacar la imagen de la Virgen de la O, así como la de la Magdalena.
También en el interior encontramos la mayor valoración de la nave central, por encima de la dos naves laterales, algo impuesto por la nueva liturgia y el nuevo valor de la misa como congregación. La iglesia tiene un coro alto sobre el primero de los tres tramos en los que se dividen sus naves. El empleo de los casetones en los arcos que separan las naves laterales de la central recuerda la fachada del Monasterio de Osera; los óculos que iluminan la nave central y el uso de una especie de ajedrezado decorativo en la parte superior de la nave central también nos pueden recordar motivos empleados en Sobrado dos Monxes.


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