En la plaza de Méndez Núñez, antaño Campo de Herva, con su arco volado sobre una de las calles de más antigua denominación, la rúa de Don Gonzalo, (ya aparece citada en el año 1343 dedicada a Gonzalo Eáns notario del siglo XIV ) sigue en pie aunque muy remodelada una vieja casona cuya estampa contemporánea está unida a un viejo magnolio.
Allá por los siglos XV y XVI fue residencia de una importante familia
pontevedresa, los Cruu, uno de los linajes más antiguos y famosos de la villa.
Familia de mercaderes que llegaron a ser nobles allá por el siglo XV. Pero Cruu
fue alcalde en el año 1407 y construyó esta casa que fue ampliando en años
posteriores dotándola de una torre fortaleza, hoy desaparecida, y de un arco
volado sobre la huerta inmediata.
Perteneció después a otras ilustres familias, como los Novoa, Sarmiento,
Lanzós, Saavedra, Montenegro y otros. En ella murió el 21 de agosto de 1869, el
ilustre marino don Casto Méndez Núñez. Después la casa fue adquirida por Pedro Martínez y Soledad Muruais y los hermanos Andrés y Jesús Muruais la
convirtieron en un importantísimo foco cultural, pues a finales del siglo XIX,
este caserón fue centro de importantes y concurridas tertulias de pensadores y
escritores.
La biblioteca de la Casa del Arco estaba situada en la planta baja, en
una habitación acolchada para más tranquilidad y silencio. En el piso superior exactamente
encima del arco que conectaba con el jardín, había una galería con carteles de París colgando en sus
paredes, donde solía reunirse una tertulia que se acompañaba en algunas
ocasiones de música de un piano que allí se encontraba. Entre los tertulianos
se encontraban Torcuato Ulloa, Labarta Pose, Augusto González Besada, Álvarez
Limeses, Casto Sampedro, el pintor Alfredo Souto, el científico Ernesto
Caballero, Julio Cuevillas y otros muchos.
En Pontevedra se ubicaron varias y muy ricas bibliotecas particulares a finales
del siglo XIX y principios del XX, entre ellas la más importantes fue la de
Jesús Muruais, que reunió más de tres mil volúmenes y una cantidad inmensa de
periódicos y revistas.
En la Casa del Arco lo importante era la literatura y la vida en París. Su biblioteca llegó a ocupar cinco o seis habitaciones de la planta baja.
En la Casa del Arco lo importante era la literatura y la vida en París. Su biblioteca llegó a ocupar cinco o seis habitaciones de la planta baja.
Preside la fachada, junto al arco de la edificación que atraviesa la
calle Don Gonzalo, un escudo en el que están representados más linajes que en
ninguna otra piedra armera de las existentes en Pontevedra: Montenegro,
Sotomayor, Mariño, Cruu, Aldao, Moscoso, Figueroa, Sarmiento, Lobeira, Zúñiga,
Valladares y Reino.
Muestra las armas de don Lorenzo de Montenegro que era señor de Santa María de Mourente y de San Salvador de Cristiñade (Pontevedra) y de Santa Cruz, en el municipio de Covelo (Pontevedra); era hijo de don Pedro de Montenegro y Sotomayor y de doña Clara Mariño de Lobeira, su primera mujer. Este escudo también es conocido como de los Cruu.
Muestra las armas de don Lorenzo de Montenegro que era señor de Santa María de Mourente y de San Salvador de Cristiñade (Pontevedra) y de Santa Cruz, en el municipio de Covelo (Pontevedra); era hijo de don Pedro de Montenegro y Sotomayor y de doña Clara Mariño de Lobeira, su primera mujer. Este escudo también es conocido como de los Cruu.
Muy próximo al anterior, entre dos balcones, en
lo alto, aparece un escudo pequeño que es difícil de localizar. Es cuartelado
en cruz con bordura general. En él se representan los linajes de los Lobeira,
Bermúdez, Mariño, Aldao y Figueroa, y parece que podría corresponder a Don
Rodrigo Mariño de Lobeira.
Hoy en día, creo que esta casa sigue siendo propiedad de la familia Muruais.
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