sábado, 14 de mayo de 2016

VAMOS AL MERCADO




Salimos de la Plaza da Pedreira por el arco del Pazo de los Mariño de Lobeira y llegamos al último tramo de la calle de César Boente, doblamos a la derecha para dirigirnos al Mercado de Pontevedra.




Antes de nada, quiero deciros que  esta calle fue renombrada  en el año 1922 como César Boente, pues antes era conocida popularmente como la Barrilería, debido a la profusión en la misma de negocios de reparación de barriles y todo tipo de recipientes de madera. Es una calle muy concurrida principalmente por las mañanas ya que sirve de acceso principal al mercado de abastos.

Bueno, seguimos nuestro recorrido y ya podemos ver al fondo la fachada del Mercado, pero antes, ya en la calle Sierra, que tenemos que cruzar, nos encontramos un conjunto escultórico en bronce formado por cuatro gallinas y un gallo picoteando por el suelo el maíz que les ofrece una mujer, que pretende vender las aves al mejor postor, imagen muy habitual hasta hace un siglo en el casco viejo de la ciudad.
Las esculturas quieren rendir homenaje a la mujer gallega que fue trabajadora siempre, como lo son también las vendedoras del mercado, y son obra de la escultora Cuqui Piñeiro, que heredó en su día una fundición de su padre, Xoán Piñeiro, en Goián (Tomiño).



Como decía anteriormente estamos en la calle Sierra. A través del actual trazado de esta calle discurrió durante muchos años la muralla medieval en su tramo paralelo al cauce del río, de la cual todavía se conservan algunos restos de su cimentación descubiertos en excavaciones recientes y expuestos al público de forma discutible.

Tras la desaparición de la muralla se produjo la apertura de la nueva calle, consolidada definitivamente con la construcción de la nueva plaza de abastos para la celebración del mercado municipal. Este edificio fue inaugurado el día 20 de enero de 1948, venía a reemplazar al antiguo mercado situado junto al puente de O Burgo, en la plaza de Valentín García Escudero, y que tras casi sesenta años de vida  se encontraba en un estado muy precario.





Actualmente este mercado sigue en funcionamiento después de sufrir una profunda reforma, terminada en el año 2003 y firmada por el famoso arquitecto CÉSAR PORTELA en la que se desmontó totalmente la estructura, se construyó un aparcamiento subterráneo de dos plantas, y se reconstruyó el edificio pieza por pieza, respetando la arquitectura original en cuanto a fachadas y escalinatas interiores de cantería, pero adecuando el espacio a las necesidades actuales.



El Mercado de Pontevedra, se sitúa en la margen izquierda del río Lérez, es un importante dinamizador de la zona donde tiene lugar una gran concentración de la actividad comercial. Destaca este mercado por su oferta de productos de alimentación de extraordinaria calidad.
En la planta baja se sitúan los puestos de pescado, de flores y de carne. en el primer piso están instalados los puestos de verduras, hortalizas, frutas y quesos, así como también dos bares a los que puedes llevar el pescado o el marisco que compras en los puestos y ellos te lo preparan para que puedas comerlos y disfrutar de ellos con un buen vino Albariño de la zona.                                          


La calidad de los productos es uno de los sellos de identidad de la plaza de Pontevedra, otro es la
fidelización de los clientes y el trato cercano e individualizado, más semejante al del comercio de     
proximidad que al de un mercado tradicional. Es además conocido por el pescado tan fresco y variado que tiene.  
Por otro lado, creo que el piso de arriba está bastante desaprovechado y echo en falta puestos de alimentos alternativos o que marquen una diferencia por su originalidad o su exclusividad.
Otro problema que creo que tiene el mercado de Pontevedra son   los horarios, pues solo abre por la mañana, lo que constituye un hándicap para mucha gente que no dispone de demasiado tiempo para hacer la compra durante las mañanas.                                                                                     
  

En este vídeo podéis conocer un poco el ambiente de nuestro mercado.                   


   













martes, 10 de mayo de 2016

CAMINO DE LA PEDREIRA



Después de algún tiempo sin escribir nada, hoy retomo mi paseo por Pontevedra dirigiéndome desde Santa Clara hacia la Plaza da Pedreira.

Me dirijo de nuevo a la calle Sarmiento y pasando la Iglesia de San Bartolomé, tomo a la derecha la antigua Rúa da Pedreira, hoy conocida como Gregorio Fernández y mismo en la esquina izquierda del inicio de esta calle nos encontramos una hermosa edificación  que es hoy propiedad del doctor López Abadín ( en su día fue de los Bermudez de Castro y también de la Misericordia ), el cual junto con su esposa Mercedes llevaron a cabo la restauración y conservación de este trocito de la historia de nuestra  ciudad.
Es la casa de sus antepasados y conserva como oro en paño los planos originales realizados en papel de arroz, firmados por el arquitecto Ricardo de Arístegui y datados en el año 1870. La mandó construir el bisabuelo del doctor, don Manuel Durán. Cuando éste falleció pasó a manos de doña Consuelo ,tía del doctor y casada con el también médico Claudio Losada, y con los que López Abadín convivió de niño.. Por toda esta historia familiar, cuando llegó a sus manos decidió restaurarla.

Patrimonio no tuvo que preocuparse de nada, porque la rehabilitación que hicieron  sus propietarios fue tan fiel y purista que ni las estrictas normas de protección podrían superarla, tanto la arquitectura exterior como interior.

Yo recuerdo que cuando era niña nos acercábamos a la puerta de esta casa para ver una figura de un negro que a tamaño real estaba en el vestíbulo. Daba la impresión que era el que recibía a las visitas que allí llegaban.

Si queréis saber más sobre esta casa pulsa AQUÍ. y leeréis una información de La Voz de Galicia sobre ella.

Continuamos bajando por la calle de Gregorio Fernández y llegamos a la Plaza da Pedreira.

De la existencia de esta plaza ya se tiene constancia a lo largo del siglo XV, conocida en aquellos tiempos como Eira da Herba y explanada sobre terrenos de cultivo, principalmente viñedos. Posteriormente los canteros de la ciudad  desarrollaron aquí sus actividades de talla de piedra, y se acumuló toda la piedra destinada a construir las grandes edificaciones de la época, la iglesia de San Bartolomé y el colegio de la Compañía de Jesús, por lo que adoptó el nombre de A Pedreira que conserva en la actualidad.

Está situada en pleno casco antiguo y se encuentra rodeada de pazos urbanos entre los que destaca el Pazo de Mugartegui, un precioso ejemplo de la arquitectura urbana del barroco. En una página de este blog podéis encontrar más información de este pazo.



También destaca en esta plaza el Pazo de los Mariño de Lobeira (al fondo a la izquierda), que tiene su fachada principal orientada a la calle César Boente y que cuenta con un arco que permite el acceso a la Pedreira desde ella. Por desgracia, este pazo, actualmente se encuentra en estado de abandono e incluso amenaza derrumbe. En próximas entradas os hablaré de él.





Para terminar hoy la visita os dejo este vídeo sobre la plaza y el Pazo de Mugartegui.